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martes, 31 de julio de 2012

Introducción a la cocina de Serbia

La turbulenta historia de Serbia ha dejado su huella en la comida del país, una cocina que deriva de los cuatro rincones del mundo. Sin embargo, las bondades del clima y la imaginación de la población local han asegurado que tanto los orígenes culinarios como sus variaciones sean al mismo tiempo magníficos y comunicativos. Es por esto que cuando se ofrece a algún invitado una comida preparada en Serbia, a menudo se dice: “prueba esto. Habla seis idiomas y tartamudea un séptimo”. Y cuando lo pruebas, descubres que la mención al tartamudeo es sólo un modesto guiño al cocinero, una forma discreta de buscar un cumplido. El idioma de la comida, como el de las flores o el de otras sutilezas no verbales, es fácil de entender y perdura en la memoria. 

Platos de la cocina serbia
El clima y la geografía de Serbia varían ampliamente de una región a otra. En la llanura el clima es continental, mientras que en las montañas disfrutan del típico tiempo invernal, que se vuelve más templado en los valles fluviales. En el suroeste predomina el clima adriático-mediterráneo. Geografía y clima se reflejan en la biodiversidad y la agricultura, que a su vez tienen un impacto directo en la gastronomía: de alguien que come mucho se dice que “come como una ventisca”, mientras que alguien que come poco “come como un pájaro”. Pero la sabiduría más arraigada entre los serbios es que es mejor comer más porque “la fuerza entra por la boca”, y “un comensal apasionado es un trabajador apasionado”.

Pero aunque los deliciosos sabores y aromas de Serbia sean indudablemente estimulantes para los apetitos más apasionados, este país también tiene una larga tradición de comida saludable. En el pasado, los ortodoxos serbios observaban estrictas reglas de ayuno bajo las cuales no se podían consumir alimentos de origen animal los miércoles ni los viernes, ni durante Cuaresma y Adviento (por supuesto, también se abstenían de pensamientos y actos pecaminosos durante estos períodos). Esto significaba que a lo largo del año había días de ayuno y días en los que se podían consumir carne y productos lácteos, así que era importante desarrollar recetas que se adaptasen a las restricciones y que ahora reconocemos como saludables.

Así que si eres vegetariano, encontrarás la cocina Serbia plenamente satisfactoria, pero si no lo eres, no tienes nada que temer. Incluso en los viejos tiempos, los serbios eran suficientemente pragmáticos como para no obligar a los viajeros a ayunar. De hecho, Serbia es una nación hospitalaria: desde los elegantes restaurantes de la capital, hasta las alegres posadas y tabernas del resto del país pasando por las modestas casas de huéspedes en los pueblos más humildes, tus anfitriones harán todo lo posible para que te sientas bienvenido.

martes, 17 de julio de 2012

Belgrado y la ribera del Danubio

Belgrado ha emergido rápidamente como uno de las nuevas y vibrantes ciudades europeas. Belgrado tiene una poderosa energía, apreciada al momento por los visitantes desde el preciso instante de su llegada.

Vista de Belgrado desde la autopista
La ciudad tiene mucho que agradecer a su posición estratégica en el punto en que confluyen los ríos Danubio y Sava, dos de los ríos más importantes de europa. No es por tanto ninguna sorpresa el hecho de que la “Vida en el río” se encuentre en el mismo corazón de la ciudad y que los ríos tengan una gran influencia en la vida cotidiana de sus más de 1,7 millones de habitantes.

La influencia del río está siempre presente en Belgrado y en sus aparentemente incontables restaurantes y cafés, donde los platos de pescado fresco tienen gran protagonismo en los menús. En distritos como Zemun, un pequeño pueblo de pescadores a la orilla del Danubio que ha sido absorbido por el nuevo Belgrado, la influencia del río es más que notable en todo tipo de restaurantes especializados en pescado situados en la orilla del río, y que ofrecen puntos privilegiados para la observación del río. A cualquier hora del día o de la noche.

Al contrario de lo que sucede en otras ciudades, las riberas del río nunca duermen en Belgrado. La ciudad tiene alrededor de 150 restaurantes y cafés que están situados en barcos y balsas amarrados en las riberas del río. En estos animados establecimientos es posible tomar una taza de café, comer una deliciosa especialidad de pescado o escuchar música tomando un cóctel en unos de los ambientes más animados de las ciudades más de moda de Europa.

Plato de pescado a la brasa
La vida en el río alcanza su punto culminante cada año durante tres días del final del mes de julio y el principio de agosto, cuando la ciudad acoge el “Festival de la Barca”. Es el momento en que los habitantes de Belgrado realmente sobrepasan su herencia del río. Las orillas cobran vida acogiendo toda clase de actividades, desde los festivales de moda a exhibiciones de fuegos artificiales. Los puentes acogen competiciones de saltos de trampolín, y la misma agua del río se viste de gala con una colorista procesión de carnaval, una regata y una competición de “El barco mejor vestido”.

Otros de los espacios de ocio más notables de la ciudad lo constituyen las 800 hectáreas del Complejo de Ada Ciganlija, a solo 2,5 millas del centro de la ciudad. En Ada Ciganlija, los visitantes pueden usar hasta 60 instalaciones deportivas diferentes: canchas de baloncesto, de voley-playa, canchas de balonmano, campos de fútbol, de golf, canchas de tenis, campos de rugby y de jockey sobre hierba. Además, en el cercano Lago de Sava, con 4,5 millas de costa, es posible nadar en su agua depurada, jugar al waterpolo o practicar esquí acuático.

Para más información visite nuestro portal www.serbia-tourism.org